La dictadura de los indicadores o cómo evitar que se conviertan en un fin en sí mismos / Campus Milenio
La velocidad de la ola expansiva de la educación superior en el mundo trajo consigo la multiplicación de organismos, programas y agencias públicas y privadas dedicadas a registrar, analizar, comparar los datos de la multiplicación de sus demandas y ofertas. Como nunca antes, la métrica del crecimiento se colocó en el centro de los relatos de las políticas públicas como instrumento de evaluación de la calidad, la asignación del presupuesto público, la acreditación institucional, la vinculación con el entorno, la empleabilidad de los egresados, o el análisis del perfil del profesorado. Esa ruta larga acumula numerosas experiencias y perspectivas. Hoy, no hay una sola forma de medir el crecimiento o la calidad del desempeño de las instituciones de educación superior; sin embargo, sí hay un conjunto de indicadores que conforman el mínimo común de los ejercicios métricos. Lea el artículo completo por Adrián Acosta Silva
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