Es imperativo que las universidades de la Región profundicen esfuerzos en la investigación y los ODS
El 25 de septiembre en la sede de la Universidad de Panamá tuvo lugar el conversatorio La investigación Universitaria y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que contó con la participación de los miembros del Consejo de Gobierno de UNESCO-IESALC en calidad de panelistas y convocó a autoridades y representantes de las universidades oficiales panameñas.
Como antesala al conversatorio Vasco Torres De León, director de Asesoría Jurídica de la Universidad de Panamá, calificó la actividad académica como “una excelente oportunidad para renovar el compromiso de las universidades panameñas con los ODS y conocer las experiencias que desde sus países traen consigo los miembros consejeros del IESALC”.
Francesc Pedró, director del IESALC, abrió el conversatorio con una pregunta: “¿Cómo están contribuyendo las universidades de su país a través de la investigación en particular a los ODS?” En respuesta, Ligia Quezada de Melo, ex Secretaria de Educación, Ciencia y Tecnología de la República Dominicana, señaló que estudios realizados en el pasado en 38 universidades dominicanas mostraron que algunas de ellas se concentraban únicamente en la docencia y profesionalización, práctica que debe desterrarse “pues todas las universidades deben investigar incluyendo los estudiantes desde su primer año de carrera”. Señaló igualmente la importancia de unir fuerzas para enfrentar las metas más apremiantes que, en el caso de la República Dominicana, es el cambio climático en virtud de los recientes desastres naturales que han causado impactos ralentizadores para el desarrollo económico y social de ese país insular.
Rossana de Souza e Silva, directora del Grupo Coimbra, intervino para hablar de la experiencia de la investigación universitaria en la República Federativa del Brasil, donde algunas casas de estudios lideran a escala global el ranking de universidades más sostenibles, entre ellas la Universidad Federal de Lavras, posicionada como una de las universidades más eco amigables de América Latina.
Rufino Fernández, vicedecano de la Facultad de Administración Pública de la Universidad de Panamá, presentó algunas experiencias del Observatorio de Seguimiento de los ODS, que cuyo compromiso busca ir más allá de la concientización y educación en materia de desarrollo sostenible, y que tales compromisos permeen las líneas de investigación que lleva adelante dicha universidad.
El Secretario de Ciencia, Tecnología y Educación Superior para el Estado de Paraná, Aldo Bona, señaló que en Brasil existen 8 millones de estudiantes matriculados en educación superior y que apenas un millón doscientos mil están matriculados en la educación superior pública. “Gran parte de la educación privada brasileña se preocupa por la docencia pero no hace extensión ni investigación universitaria. Son muy pocas las que están involucradas con la producción e innovación de conocimiento. El 98% del conocimiento en Brasil es producido por organizaciones públicas y 93% por las universidades públicas específicamente”. En tal sentido, señaló que la Secretaría Estadual que lidera creó el programa Universidades Sin Fronteras como política estadal que lleva a cabo acciones de extensión en instituciones educativas públicas y privadas para priorizar las áreas estratégicas que favorezcan a los municipios con bajo Índice de Desarrollo Humano Municipal (IDHM), así como a las áreas de pobreza en las periferias de las ciudades de Paraná. Esta iniciativa apunta estrechamente al logro de los ODS y cuenta con una provisión de fondos por el orden de los 3 millones de dólares anuales.
Al cierre, el director del IESALC señaló que pueden derivarse tres grandes conclusiones del diálogo sostenido. En primer lugar la necesidad de profundizar esfuerzos en el área de la investigación dentro de las universidades, pues el solo hecho “de que el 5% de los profesores en América Latina dispongan de un doctorado” esconde tras de sí una acerba deficiencia en uno de los pilares fundamentes de la Universidad del siglo XXI; en segundo lugar es imperativo mejorar las condiciones de trabajo de quienes hacen investigación en relación con aquellos cuya contratación se ve mejorada por la mera docencia: “si bien las universidades públicas pudieran encontrar difícil competir con las contrataciones del sector privado, las primeras tienen una ventaja comparativa en tradición y equipamientos”. Por último, subrayó que el entorno debe ser favorecedor a la investigación y estar indisolublemente entroncado a planes nacionales de ciencia y tecnología.
En torno a la última conclusión, Torres De León señaló “que el Estado no está diseñado para involucrarse en la investigación, y que el sector privado debería estar más implicado por ser al que más beneficios le reporta”. Agregó que se requieren reformas en materia de política fiscal que flexibilicen el control financiero que existe sobre la universidad pública, en contraste con las normativas más laxas que regulan al sector privado de la educación superior.
Esta actividad se enmarcó dentro de la celebración de la XV sesión ordinaria del Consejo de Gobierno del IESALC, que se llevará a cabo en las instalaciones de la Universidad de Panamá durante el 26 y 27 de septiembre próximo.
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