Pensando Educación virtual: Impacto del COVID-19 en la educación en Colombia, la región y el mundo
El 20 de abril de 2020 la Universidad de los Andes (UNIANDES) llevó a cabo un webinar para explorar los impactos de corto y largo plazo del COVID-19 en la educación, con la participación de un panel que abordó los retos y las oportunidades desde diferentes perspectivas (tomadores de decisión, instituciones, familias, maestros y estudiantes) y niveles (internacional, regional, nacional y local).
¿Cómo garantizar el derecho a la educación en contextos institucionales muy desiguales? ¿Cuáles son los impactos previsibles a corto, medio y largo plazo para la educación superior en América Latina? ¿Cómo promover las competencias socioemocionales en tiempos de crisis? ¿Cuáles son los retos que conlleva ayudar a que los docentes de todos los niveles asuman la enseñanza remota con o sin tecnologías digitales y cuál puede ser el rol que desde la universidad en esto? son algunas de las preguntas que se plantearon en este contexto.
El Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe IESALC participó con una presentación sobre cómo la pandemia del COVID-19 ha obligado a las instituciones de educación superior -IES- a volver su mirada y presencia en la educación a distancia en su vertiente virtual, en un contexto de dificultades tecnológicas y de implementación. “¿Podrá asegurarse el derecho a la educación superior bajo este nuevo escenario?“, se pregunta José Antonio Quinteiro Goris, coordinador de programas de UNESCO IESALC.
La plataforma de Zoom donde tuvo lugar contó con una participación de 100 personas de todas partes del mundo, que se mantuvieron atentos a las presentaciones realizadas por los participantes. A continuación entregamos resúmenes de las intervenciones.
Eduardo Escallón, decano de la Facultad de Educación de Uniandes
Expresó su esperanza de salir renovados de esta situación, con una renovación en las artes y en las ciencias. Celebra esta reunión para hablar de los retos que tienen por delante estudiantes y profesores, en un contexto marcado por un bajo porcentaje de la población que puede conectarse a Internet.
Emiliana Vegas, co directora del Centro para Educación de la Universidad en Brooking, cuya presentación versó sobre la oportunidad que brindan los países con más alto nivel socioeconómico en contraposición a los menos desfavorecidos. Indicó que menos del 25% de países de bajo ingreso ofrece alguna tipo de educación durante el cierre de las escuelas, y que las brechas de aprendizaje van a crecer entre países y entre comunidades de bajos y altos ingresos y entre los mismos países. EL COVID-19 viene en este contexto a marcar más la desigualdad existente. “Lo importante es que salga un nuevo pacto social para que estas brechas no perduren. Esta brecha nos deja claro que el acceso a la información, al Internet debería ser un derecho porque es el mecanismo para acceder al trabajo y al mundo”.
José Antonio Quinteiro, coordinador de programas del IESALC
Para Quinteiro, en la medida que la cuarentena se extienda y la continuidad de la ES no sea posible, irán emergiendo nuevos impactos en el estudiantado y profesorado, personal no docente, por lo que es importante aminorar estos impactos desfavorables desde las políticas publicas para asegurar el derecho de la educación superior, derecho adquirido con la firma del pacto del año 1966. Pasamos de una presencialidad a una virtualidad y aunque la literatura reporta que los logros del aprendizaje en la virtualidad son equiparables con la presencialidad, los niveles de satisfacción de los estudiantes no son los mismos. Luego de la disrupción, se estima que un 6to de los estudiantes estadounidenses no regresara al campus universitario. El primer ministro australiano dijo a los estudiantes extranjeros “Is time to go home”. Con respecto a la internacionalización, Australia sugirió a los estudiantes extranjeros a que regresaran a sus países, hecho que posiblemente desanime a futuros estudiantes ir a Australia a estudiar, y escoger destinos como Malasia y Nueva Zelandia.
Según estudio del IESALC sobre los impactos del COVID-19 en la ES, en América Latina y el Caribe solo uno de cada dos hogares posee banda ancha en sus hogares, con Bolivia y Chile en sus extremos de menor y mayor conectividad, respectivamente. En Venezuela, en una encuesta de la Universidad de Carabobo, solamente 6 de cada 10 estudiantes tenía internet en sus casas. “El problema de la conexión es sumamente grave, además de que no es fácil hacer el trasvase de los contenidos tradicionales a los virtuales. La fase ideal sería un blend learning con presencialidad y con una virtualidad moderada”.
Por otra parte la movilidad se va a ver muy restringida a futuro porque las pandemias generan muchas restricciones sobre todo a los países que no logren minimizar los focos de infección. Otros impactos de la educación virtual estarán marcadas por los distintos husos horarios, por la prohibición de plataformas como Zoom, por la velocidad de Internet en comparación con USA, por el impacto sobre el profesorado, y por la dificultad de dictar ni evaluar a distancia, o que podría apuntar a que un 20% del estudiantado pudiera quedarse atrás. Esto dependerá también de la duración del confinamiento.
Lina Saldariaga, Programa Aulas en Paz de la Universidad de los Andes.
El trabajo con los padres es lo que más ha cambiado en el mundo y el tener que asumir roles nuevos. Los padres están empezando a sentir el impacto del coronavirus en términos de los que ellos puedan hacer y de su salud mental y de cómo ejercer un rol parental que modere en tiempos de crisis, con planificación y la estructura del orden para la familia. Es cuestión de mostrar a padres y madres que está bien no estar bien y que hay que organizarse para convertirse en un ejemplo muy poderoso. El ejemplo en esta época de crisis.
Alvaro Galvis, profesor titular Universidad de los Andes
Habló de las desigualdades en el acceso a Internet, de las preocupaciones por la salud, el bienestar, seguridad alimenticia, y en ese contexto uno y nos toca enseñar de manera remota. Estamos teniendo que aprender a enseñar remotamente mientras no hubo tiempo de pensarlo. Esto como nos llega a cada uno y como hemos tenido que repensarnos.
Freddy Hernán Valencia Alba y Cristian Alejandro Cortés García, estudiantes Facultad de Educación
Estiman que 20 % del estudiando pudiera quedarse atrás un 70% de los estudiantes dice que aumento su carga laboral un 13% dice que no aumento un 16% disminuyó. Es necesario acompañar a los estudiantes en la planeación y el desarrollo de actividades. Faltan secciones de orientadores en las instituciones.
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