Webinar: Impacto de la pandemia del CORONAVIRUS en la calidad de la educación superior a distancia y en línea.
El Instituto Latinoamericano y del Caribe de Calidad en Educación Superior a Distancia (CALED) organizó la serie de webinars Calidad y Educación de la Educación Superior a distancia y en línea en el marco de pandemia del Coronavirus.
El director del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC), Francesc Pedró, junto a la Directora adjunta del CALED, María José Rubio, formaron parte del “Webinar: Impacto de la pandemia del CORONAVIRUS en la calidad de la educación superior a distancia y en línea”, realizado el día jueves 07 de mayo de 2020, a las 11h00 hora Ecuador.
Impacto de la pandemia del coronavirus en la calidad de la educación superior a distancia y en línea
En la serie de webinars sobre la calidad y evaluación de la educación superior a distancia y en línea en el marco de la pandemia del coronavirus, el director del IESALC, Francesc Pedró, habló sobre cómo la modalidad de la educación a distancia y en línea dejó de ser algo remoto y ajeno, para convertirse en el principal vehículo que lleve adelante la educación superior. La población mundial afectada por el cambio en la metodología para presenciar clases es de 90.2% y alrededor de 24 millones de estudiantes y un millón cuatrocientos mil docentes en América Latina y el Caribe están siendo directamente perjudicados, dijo.
Pedró manifestó la preocupación del IESALC por el impacto que la pandemia está causando en la educación superior. En su presentación abordó las características y consecuencias de la entrada abrupta al escenario de la educación a distancia, que consideró como negativa. En este contexto, diferenció a las universidades con experiencia y recursos para el manejo de las coyunturas como la actual, de aquellas como por ejemplo en Perú, donde la educación a distancia estaba todavía en proceso de concreción. Entre las buenas noticias, señaló:
- La apertura a la metodología de educación a distancia, la cual previamente era menospreciada. ¿Cuánto están aprendiendo los estudiantes? Aún no se sabe con certeza, pero será objeto de estudio.
- Se dejó atrás la satanización de la tecnología. Se está aprendiendo a descartar la creencia de que solo de manera presencial se podía confrontar y debatir a profundidad. Aún hay que educar y de cierta manera, convocar al personal docente a descubrir todos los beneficios de esta modalidad.
- Por último, la oportunidad especial que representa experimentar todas las ventajas y prácticas que se pueden vivir, gracias a la tecnología y la educación a distancia.
Entre las malas noticias están también el desarrollo de un síndrome que han denominado coronateaching, en el que docente comprometido se ve agobiado y presionado por cumplir con su programa, sin tener acceso al equipamiento y la conexión necesaria. Esto también afecta al estudiantado, ya que solo el 50% de la población en América Latina cuenta con una conexión estable, para poder acceder a la educación a distancia.
El costo que se afronta durante esta emergencia, tanto para los estudiantes, el personal académico y la propia institución, se pierde de vista y, al igual que la COVID-19, tomó por sorpresa a todos los involucrados.
Por último, la calidad de la educación se está viendo amenazada por la insistencia de los gobiernos en la continuidad de la educación superior a distancia, sin brindar preparación y recursos previos para poder afrontar con éxito esta coyuntura.
Es el momento para que las grandes instituciones de educación a distancia, recuperen su liderazgo y la pandemia sea el impulso para diseñar un mejor futuro a corto plazo.
Por su parte, María José Rubio presentó una extensa lista de opciones que desde el CALED han podido recopilar para que en crisis como estas la educación salga lo menos lastimada, y por el contrario encuentre espacios para reinventarse y ofrecer respuestas.
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