¿Ha acabado la ventaja femenina con las desigualdades de género? Un informe y un debate intentan dar una respuesta
Para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, el Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe UNESCO (IESALC) y la Red de Políticas y Cooperación Internacionales sobre Educación y Formación (NORRAG) organizaron el webinar titulado La mujer en la educación superior: ¿ ha acabado la ventaja femenina con las desigualdades de género?
Expertos en educación superior de diversas regiones del mundo se reunieron virtualmente para debatir sobre los retos para superar la desigualdad de género, en el marco del lanzamiento del informe homónimo. “El informe del IESALC es una llamada a la acción. Una importante; es una cuestión de derechos humanos (…) Me gustaría retar a los actores de la educación para que aseguren el informe y tomen medidas enérgicas en materia de la igualdad de género en la educación”, dijo la Subdirectora General de Educación de la UNESCO, Stefania Giannini, en su discurso de apertura.
A continuación, Moira Faul, directora ejecutiva de NORRAG, compartió su historia personal: cuando su abuela se enfrentó a su abuelo para garantizar que su hija recibiera una educación en el instituto y la escuela de formación. “Mi abuela se encargó de que mi madre recibiera su educación… y mi madre me apoyó para que fuera la primera persona y la primera mujer de mi familia en cursar estudios de postgrado,” dijo Faul.
Tras esta introducción, Daniele Vieira, coordinadora de la investigación, resumió los objetivos del informe del IESALC, centrados en describir e identificar la situación de la participación de las mujeres en la educación superior y destacar las áreas con desigualdades de género persistentes, para ofrecer recomendaciones políticas.
“El informe pone de manifiesto que, a pesar de las alentadoras estadísticas sobre el acceso de las mujeres a la educación superior, existen obstáculos a la hora de ocupar puestos académicos clave en las universidades, participar en investigaciones relevantes y asumir funciones de liderazgo”, dijo Vieira.
Según el documento, en todas las regiones del mundo se ha producido un aumento de la matriculación femenina en la educación terciaria. Ésta se ha triplicado a nivel mundial entre 1995 y 2018 a un ritmo superior al de la matriculación masculina, con sobrerrepresentación por parte de las mujeres en la matrícula de educación superior en el 74 % de los países con datos disponibles, excepto en Asia Central y Meridional, donde hay paridad, y en África Subsahariana, donde los hombres están sobrerrepresentados, con 73 alumnas matriculadas por cada 100 varones.
Sin embargo, la ventaja femenina tiene sus límites: hay diferencias salariales y las mujeres están infrarrepresentadas en las carreras STEM, con menos del 25% de participación femenina en 2/3 de los países. Además, la matrícula en doctorados tiene un 44% frente al 53% de presencia en la matrícula de grado y máster. Y hay infrarrepresentación en el desempeño en la investigación y en la docencia terciaria, así como en los puestos de alta dirección.
Diálogos abiertos
Basándose en el estudio, el webinar propuso un diálogo sobre la situación actual de la participación de las mujeres en diversas regiones del mundo y de qué manera están las regiones abordando las desigualdades.
Woohyang Chloe Sim, investigadora de la Facultad de Educación y Artes y Ciencias Integradas de la Universidad de Waseda, explicó que el “fenómeno educativo” en seis Estados árabes del Golfo, está en consonancia con la tendencia global mostrada en el Informe. Por ejemplo, desde el año 2000, Qatar, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos tienen una tasa de matriculación de mujeres del 70%, con un profesorado femenino en el caso de Qatar del 50%. “Las mujeres árabes han traspasado las fronteras en la educación incluso antes que en otros sectores (…) pero la sombra en la ES no se ha desvanecido del todo: en las universidades femeninas y en los campus femeninos las mujeres están presentes en los niveles superiores, en el profesorado y en los órganos de decisión, pero el gobierno y los dirigentes administrativos siguen siendo mayoritariamente masculinos”.
Ann Therese Ndong-Jatta, Directora de la Oficina Multisectorial en Nairobi para África Oriental, subrayó que, tal y como se recoge en el Informe, existen desigualdades de género en África con una infrarrepresentación de las mujeres en la ES, un dato que debe ser analizado para entender la historia que hay detrás de las desigualdades, su persistencia y dónde se pueden hacer mejoras. “Tenemos que abordar cuestiones de estereotipos de roles, de sensibilización. En términos de política, de asignación presupuestaria, hay que hacer más, porque el cambio no está repercutiendo en la calidad de vida, en el desarrollo, y el género femenino sigue estando en desventaja.”
Rekha Pappu, profesora de la Escuela de Educación Azim Premji del Instituto Tata de Ciencias Sociales, con experiencia en el sur de Asia, dijo que independientemente de las políticas implementadas por los gobiernos, existen factores culturales que influyen en la sub-representación femenina en la región, que supone un 24%, con grandes disparidades entre países. “Pero lo que las estadísticas a nivel de país probablemente enmascaran es que hay una representación insuficiente en diferentes disciplinas de educación superior de niñas procedentes de entornos marginados; también se encuentran insuficientemente representadas en las asignaturas STEM, sin que existan estadísticas sobre las cifras de culminación e insuficientemente representadas en el profesorado y en puestos de liderazgo”.
Según José Antonio Quinteiro, Coordinador de Programas del IESALC UNESCO y experto en la materia de América Latina y el Caribe, la región está avanzando hacia la paridad de género en la investigación, pero las mujeres siguen estando por detrás de los hombres en número de publicaciones y citas. “La región se ubica mejor en comparación con otros bloques geográficos, con un 55% de matrícula que disminuye en los niveles jerárquicos más altos dentro de la Academia; por ejemplo, hay un 36% de profesoras y sólo 18% de rectoras”. En cuanto a la investigación, en México, por cada 333 artículos producidos por hombres, sólo 33 fueron escritos por mujeres, según informó Elsevier para el 2014-2018. “Necesitamos muchas más mujeres en la ciencia, en los campos STEM y en los niveles superiores de la Academia”.
Políticas regionales
En términos de políticas que parecen funcionar en diferentes regiones, los Estados del Golfo están trabajando para asegurar el capital humano, donde la educación superior juega un papel crucial en el desarrollo económico, por lo que han alentado a los jóvenes a proseguir en la ES, invirtiendo y subvencionando la educación superior en todos los niveles, con becas, y aumentando la matriculación y participación de las mujeres.
En el sur de Asia, el apoyo económico de los Estados a la educación desempeña un papel importante para la matriculación y la finalización de la enseñanza superior, en función de la oferta de educación escolar y elemental, lo que contribuye a que un mayor número de niñas ingrese en institutos y universidades. Otras políticas son las becas para mujeres, el factor cultural asociado al prestigio y la adopción de leyes para prevenir el acoso sexual.
A nivel continental, la Unión Africana se ha centrado en la ES, lo que ha dado lugar a los consejos de ES, promoviendo la garantía de calidad. El reconocimiento de los estudios, con la Convención de la UNESCO, le ha dado un impulso en África. Pero los presupuestos necesarios para aplicar las políticas son muy escasos.
En América Latina la mayoría de las políticas se centran principalmente en campañas para atraer a más niñas a las áreas científicas de la escuela secundaria, con la adopción de la metodología SAGA en Argentina, y “Más mujeres en Ciencia”, en Uruguay, además de bootcamps y experiencias como coding clubs.
Para cerrar el acto, Carolyn Medel-Anonuevo, Jefa de la Unidad de Educación de la Oficina Regional de la UNESCO para África Meridional, remarcó la importancia de las políticas sobre acoso sexual y violencia de género, que allanan el camino para que las mujeres participen y vayan más allá del acceso: “el índice de género es muy instrumental para hacer entender que las mujeres están consiguiendo el número en términos de acceso, pero hay un largo camino por recorrer en términos de contribuciones a los objetivos de desarrollo sostenible”.
En la clausura, Francesc Pedró, director del IESALC de la UNESCO, invitó a los asistentes a unirse al NORRAG y anunció la continuidad de esta alianza para la próxima conmemoración del Día Internacional de la Mujer.
Descargue el informe Las mujeres en la educación superior: ¿la ventaja femenina ha puesto fin a las desigualdades de género?
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