Informe desvela las medidas de auxilio financiero para los estudiantes de educación superior durante la pandemia
En la región, más de 50% de la matrícula de educación superior la financian los hogares. En Chile, Brasil o Perú, estas proporciones son de 84%, 75% y 70%, respectivamente Mientras Chile dedica 19% de la inversión pública en educación superior a financiar directamente las instituciones de educación superior y 81% al financiamiento directo de los estudiantes, Perú dedica 90% y 10% de sus recursos al financiamiento de la oferta y la demanda, respectivamente Durante la pandemia más del 60% de las IES públicas y 90% de las privadas anunciaron descuentos en las matrículas La irrupción de COVID-19 ha impactado la […]
©
8 julio, 2021
- En la región, más de 50% de la matrícula de educación superior la financian los hogares. En Chile, Brasil o Perú, estas proporciones son de 84%, 75% y 70%, respectivamente
- Mientras Chile dedica 19% de la inversión pública en educación superior a financiar directamente las instituciones de educación superior y 81% al financiamiento directo de los estudiantes, Perú dedica 90% y 10% de sus recursos al financiamiento de la oferta y la demanda, respectivamente
- Durante la pandemia más del 60% de las IES públicas y 90% de las privadas anunciaron descuentos en las matrículas
La irrupción de COVID-19 ha impactado la educación superior en América Latina. La crisis económica desatada por la pandemia afecta ampliamente la matrícula universitaria en la región. En Colombia, cifras preliminares muestran una caída en la matrícula universitaria de más del 11% en el segundo semestre de 2020, comparado con 2019. Sin herramientas complementarias de subsidio y financiamiento, muchos estudiantes, especialmente de ingresos medios y bajos o en países con alta prevalencia de la matrícula privada, no podrán acceder o desertarán de la educación superior.
En este contexto ¿qué políticas y medidas han adoptado los países para ofrecer apoyo financiero a los universitarios de la región en el marco de la pandemia? ¿Cómo difieren estas ayudas en función de la configuración de los esquemas nacionales de financiamiento de la educación superior? ¿Cómo se complementaron las ayudas provenientes del gobierno con instituciones de crédito educativo (ICE) e instituciones de educación superior (IES), para responder a las necesidades financieras de los alumnos?
Con la finalidad de analizar las medidas especiales que los principales actores del financiamiento de la educación superior adoptaron para apoyar a los estudiantes durante el 2020, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Asociación Panamericana de Instituciones de Crédito Educativo (APICE), y el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) realizaron el estudio Educación superior y COVID-19 en América Latina y el Caribe: Financiamiento para los estudiantes, presentado oficialmente el 9 de julio de 2021.
La publicación se basa en los resultados de una encuesta regional dirigida a los actores públicos y privados encargados del financiamiento de la educación superior en 11 países de la región: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Honduras, México, Perú, República Dominicana y Uruguay. De acuerdo a esta, cinco de siete gobiernos participantes tomaron medidas para ayudar a las IES durante el periodo de confinamiento y tres reportaron haber diseñado nuevos programas para su financiamiento o alivio financiero posconfinamiento. Estas medidas comprenden ayudas financieras (transferencias extraordinarias directas y reorientación de recursos financieros) y ayudas no financieras (ayudas en recursos físicos, técnicos y pedagógicos).
Entre los principales hallazgos del estudio se cuenta que más del 60% de las IES públicas y 90% de las privadas anunciaron descuentos en las matrículas, y algunas plantearon estrategias de internacionalización virtual con universidades aliadas en el extranjero para incentivar la permanencia de los estudiantes.
Por otra parte, ninguno de los países encuestados, con excepción de Chile y Republica Dominicana, cuenta con programas de gobierno de apoyo financiero directo a las IES privadas. Solo las IES públicas recibieron ayudas extraordinarias directas en estos países, aunque, en promedio, más del 50% de la matrícula en educación superior en la región es privada. La encuesta además arroja que las IES públicas presentan alta dependencia financiera de los recursos provenientes del gobierno (61% de los recursos totales, en promedio), mientras que las IES privadas tienen una alta dependencia de los aranceles o matrículas pagados por los estudiantes (84 % en promedio).
Recomendaciones sostenibles de acción
A través de ejemplos concretos representados por las iniciativas de los actores objeto de este estudio, el mismo propone recomendaciones basadas en buenas prácticas, referidas a la flexibilidad en el financiamiento, la implementación de instrumentos financieros innovadores y sostenibles, y el fomento y creación de alianzas y programas en bloque.
En el ámbito del financiamiento, el informe recomienda a los gobiernos: incorporar en los subsidios a las IES ajustes innovadores que viabilicen el acceso a instituciones tanto públicas como privadas; promover líneas de crédito de fomento con menos tasas de interés y mayores plazos para ICE e IES para apoyar la financiación de la educación superior; avalar créditos de fomento a las ICE provenientes de créditos externos de la banca multilateral, como mecanismo de financiamiento directo a los estudiantes.
A las instituciones de educación superior, recomienda diversificar sus fuentes de ingreso para disminuir el riesgo financiero en el contexto de la crisis, por ejemplo, con la oferta de servicios de consultoría pública y privada; y ampliar la oferta educativa mediante la innovación y la transformación digital, incorporando cursos cortos y certificaciones digitales acordes con las nuevas tendencias y necesidades productivas y de la sociedad.
Con respecto a la implementación de instrumentos financieros innovadores y sostenibles, el informe recomienda: la implementación de modelos de becas con responsabilidad compartida para incentivar el acceso y la permanencia de los estudiantes; la adopción de estrategias de respaldo a los créditos de estudiantes con modelos solidarios como alternativa para quienes no cuentan con codeudores o avalistas; los préstamos de repago contingente a los ingresos, que permiten cuotas que suben y bajan de acuerdo a los ingresos del prestatario; y mejorar los sistemas de gestión educativa universitaria y de los egresados para contar con información sobre los ingresos, monitoreo estudiantil y alertas tempranas, apoyo académico y sicológico para apoyar a los estudiantes en riesgo, entre otros.
En cuanto al fomento y creación de alianzas y programas en bloque resalta la importancia de fortalecer el trabajo interinstitucional para el despliegue de estrategias comunes, que ha redundado en modelos de atención a los estudiantes con acciones orientadas a mejorar el acceso y evitar la deserción, con sistemas de crédito que favorecen al estudiante.
Descargue el Informe Educación Superior y COVID-19: Financiamiento para estudiantes
RELATED ITEMS