Informe revela el estado de la educación superior dos años después de la disrupción de Covid-19
– El rápido retorno a la enseñanza y el aprendizaje presenciales y la estabilización de los patrones de matriculación sugieren que los cambios no conducirán a una transformación fundamental de la enseñanza superior como experiencia presencial
– Es probable que las instituciones de educación superior de todo el mundo adopten al menos algunas prácticas digitalizadas a largo plazo
El impacto de la pandemia en la educación superior ha sido diverso, profundo y diferente para cada institución y país, mostrando, en general, grandes esfuerzos en todos los niveles para ser resilientes y adaptarse rápidamente a los cambios. El nuevo informe de UNESCO-IESALC ¿Reanudación o reforma? Seguimiento del impacto global de la pandemia de COVID-19 en la educación superior después de dos años de disrupción, explora la manera en que la educación superior global ha respondido al Covid-19 en los últimos dos años, presentando un análisis internacional sustantivo de los impactos que la pandemia ha tenido en la educación superior, con el fin de comprender las tendencias, las oportunidades y los desafíos del futuro.
A través de 55 ejemplos y experiencias de 42 países de diferentes regiones, el informe analiza el impacto que ha tenido la pandemia sobre diferentes aspectos de la educación superior. El informe proporciona diversos casos acerca de cómo instituciones y países han estado abordando el impacto del COVID-19 en distintas áreas: administración y gestión, enseñanza y aprendizaje, investigación e internacionalización.
“La pandemia ha expuesto múltiples niveles de desigualdades que en la educación superior incluyen el trato diferenciado que reciben los estudiantes según sus antecedentes, el acceso cerrado al conocimiento y a los resultados de la investigación, la desigualdad en los patrones globales de colaboración en investigación y la falta de acceso a los requisitos básicos de la educación superior digitalizada, tales como dispositivos, acceso a Internet y electricidad.
La urgencia de abordar estas desigualdades debe mantenerse en primer plano a medida que la educación superior comienza a pensar en el futuro para crear un mundo post-pandémico más equitativo
Reporte ¿Reanudar o reformar?
El informe muestra cómo las IES no estaban, en general, preparadas para la interrupción del COVID-19. Las buenas prácticas de gestión se basaron en la flexibilidad, la comunicación sólida, la creación de equipos de crisis, la digitalización y el trabajo a distancia. Los servicios se vieron muy afectados y la prestación virtual dependió de la disponibilidad de la infraestructura. Las finanzas institucionales también se vieron afectadas. La salud mental de los estudiantes, el profesorado y el personal se convirtió en una gran preocupación.
El COVID-19 cambió la naturaleza de la enseñanza y el aprendizaje de los estudiantes y el profesorado a un modelo en línea. La repentina transición abrió grandes oportunidades para la innovación en la movilidad y la colaboración virtuales. Sin embargo, también repercutió en la calidad de la enseñanza ya que, a menudo, la infraestructura y las personas carecían de experiencia previa en la enseñanza y el aprendizaje en entornos virtuales.
La investigación, una de las piedras angulares de las perspectivas de desarrollo de un país, también se vio muy afectada por la pandemia. El acceso al conocimiento se ha ampliado, pero los recursos se orientaron principalmente hacia el COVID-19 y el trabajo de campo se vio interrumpido. Las mujeres académicas, investigadores al principio de su carrera y estudiantes de doctorado fueron los más vulnerables en lo que respecta a las colocaciones laborales y la estabilidad.
El mayor impacto en la internacionalización se produjo en la movilidad académica física. Los estudiantes se enfrentaron a múltiples problemas relacionados con los visados, la salud y el bienestar. Algunos fueron objeto de xenofobia y discriminación. Las modalidades virtuales ganaron espacio para crear entornos internacionales y difundir conocimientos.
A medida que la pandemia sigue desarrollándose, sus efectos duraderos están lejos de ser resueltos. Según el informe, hay dos elementos clave que quizá ya sean evidentes. En primer lugar, el rápido retorno a la enseñanza y el aprendizaje presenciales y la estabilización de los patrones de matriculación sugieren que los cambios de 2020 y 2021 no supondrán una transformación fundamental en la concepción de la educación superior como un esfuerzo presencial. En segundo lugar, la reanudación de los viajes relacionados con el mundo académico también apunta al resurgimiento de las tendencias de la era pre-pandémica en lo que respecta a la internacionalización de la enseñanza superior.
Algunas conclusiones
- Las instituciones de enseñanza superior pueden aprovechar la base del rápido cambio a la enseñanza y el aprendizaje en línea para estar mejor preparadas para garantizar un aprendizaje ininterrumpido. Es necesario invertir en la formación de los instructores y en soluciones infraestructurales para que la calidad del aprendizaje en línea no se vea comprometida.
- Deben aplicarse mecanismos de revisión más sólidos para la recopilación de datos de investigación a fin de abordar la creciente preocupación por los sesgos sistémicos.
- Debe garantizarse el financiamiento de todas las áreas de investigación, no sólo las relacionadas con la pandemia.
- Deben incorporarse los principios de la ciencia abierta que exigen un amplio acceso al conocimiento superando las barreras lingüísticas, tecnológicas y financieras.
- Se necesitan más esfuerzos institucionales y nacionales para introducir diversas vertientes de internacionalización (tanto en casa como en el extranjero).
- Es necesario ampliar el acceso a las experiencias de aprendizaje internacional mediante la incorporación de la movilidad virtual de los estudiantes en el proceso de aprendizaje.
Acceda al reporte e español acá: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000382402
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