Hacia un espacio común de educación superior en el sudeste asiático
Hemos estado buscando la internacionalización de la educación superior durante décadas, si no siglos. Inicialmente, esta búsqueda se debió a la curiosidad y un interés temprano en la apropiación cultural, luego a un impulso por la solidaridad intelectual global y el entendimiento internacional, y ahora a la necesidad de una integración económica y social a nivel regional y global.
La menor intensidad de las anteriores fuerzas motrices podría no haber sido suficiente para urgir a los gobiernos y las instituciones de educación superior a tomar medidas. Sin embargo, las consecuencias sociales y económicas de no contar con un espacio de educación superior regional armonizado son ahora más tangibles y difíciles de ignorar.
Está en el ADN de la UNESCO promover la internacionalización de la educación superior, ya que ella puede contribuir a su misión final de “construir una cultura de paz en la mente de hombres y mujeres”.
Medición de los niveles de internacionalización de la educación superior
Es útil desarrollar un marco analítico para medir los niveles de internacionalización de la educación superior. La armonización global o regional está claramente en la parte superior de este marco.
Cuatro palabras clave sustentan este marco.
La primera es la transparencia, lo que significa que los países deben intentar que la información sobre su sistema de educación superior esté disponible y sea accesible por cualquier medio, tanto en línea como fuera de ella, para mejorar la comprensión mutua de los sistemas de educación superior entre ellos.
El acceso a información auténtica, fidedigna y actualizada sobre los sistemas de educación superior en diferentes países es uno de los requisitos básicos de las convenciones de la UNESCO sobre reconocimiento académico.
El portal en línea de la Red de Centros Nacionales de Información de Asia y el Pacífico (APNNIC), lanzado en noviembre de 2020 conjuntamente por las partes del Convenio de Tokio, proporciona una infraestructura compartida para promover una mayor transparencia en los sistemas de educación superior de la región.
Con el uso cada vez mayor de herramientas y plataformas TIC, así como la reducción de la barrera del idioma a través de la aplicación de grandes volúmenes de datos (‘big data’) e inteligencia artificial, el tema de la transparencia se ha convertido ahora en un tema de prioridad y compromiso por parte de los actores de la educación superior.
La segunda palabra clave es comparabilidad, lo que significa que los países deben ir más allá de la transparencia para trabajar juntos en acuerdos bilaterales sobre la equivalencia de cualificaciones de sus respectivos países, sin que ello implique cambiar nada en sus propios sistemas. Significa un cambio en la comprensión del reconocimiento mutuo y, por lo tanto, es un paso sustancial hacia delante.
Luego viene la tercera palabra clave que es compatibilidad, y para la cual las acciones convergentes de los países son fundamentales para reducir las “diferencias sustanciales” y garantizar que los diferentes sistemas nacionales se muevan en la misma dirección. Esto requiere cambios en los sistemas nacionales y esfuerzos conjuntos entre los países de la región de una manera más integrada.
Armonización es la cuarta palabra clave y representa el nivel más alto de internacionalización de la educación superior. Puede ocurrir a escala regional y subregional, e implica procesos tanto de arriba hacia abajo como de abajo hacia arriba.
Los marcos comunes de cualificaciones y garantía de la calidad son la columna vertebral de la armonización regional de la educación superior. Sin embargo, no se trata de un proceso de estandarización sino de un proceso para promover la “unidad dentro de la diversidad” de los diferentes sistemas de educación superior en una región.
El legado del Proceso de Bolonia
Lanzado en 1999, el Proceso de Bolonia para establecer un Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) es un ejemplo típico de armonización regional de la educación superior. El EEES ha proporcionado valiosas ideas y experiencias para que otras regiones reflexionen en torno a él, incluidos los procesos que han resultado exitosos, los factores habilitadores, las principales iniciativas regionales de apoyo, los mecanismos nacionales de alineación, etc.
Aunque breve e incompleto, la singularidad del caso europeo se puede resumir de la siguiente manera:
En primer lugar, la creciente integración económica y social de Europa desde la Segunda Guerra Mundial ha sentado una base sólida para el desarrollo de una integración regional multidimensional, incluso en lo que respecta a la educación superior.
Una de las libertades cruciales de las que disfrutan los ciudadanos de la Unión Europea y que está consagrada en el Tratado de la Unión Europea de 1992, también conocido como el Tratado de Maastricht, es la libre circulación de personas, incluidos los trabajadores, que tiene enormes implicaciones para la educación superior. Si existen brechas en la integración económica y social, resulta menos probable que la integración de la educación superior sea una prioridad compartida.
En segundo lugar, existen claras divisiones de responsabilidades entre la Unión Europea y sus Estados Miembros, como se ve en las tres categorías de competencias: competencias exclusivas, competencias compartidas y competencias de apoyo.
La Educación, incluida la educación superior, se ha incluido en la competencia de apoyo, lo que significa que la Unión puede desempeñar funciones de apoyo, coordinación y complemento en la Educación.
En tercer lugar, las instituciones supranacionales y sólidas de la Unión Europea, incluidos sus órganos legislativo, ejecutivo y de dirección, proporcionan el compromiso institucional para que las iniciativas de integración regional se planifiquen, desarrollen, consulten e implementen adecuadamente. Estas iniciativas regionales de integración de la educación superior en Europa se han beneficiado sustancialmente de las claras funciones de las tres instituciones europeas clave.
Más importante es el hecho de que la Unión Europea tiene fuentes de ingresos fijas por derechos de importación sobre bienes, IVA, recursos basados en el Ingreso Nacional Bruto y otros, lo que le permite recaudar impuestos asentados en fórmulas de sus Estados Miembros. Esto le permite a la Unión Europea tener recursos financieros e influencia para facilitar las iniciativas de integración regional y complementar los presupuestos nacionales.
En cuarto lugar, el marco de cualificaciones del Espacio Europeo de Educación Superior basado en tres ciclos respaldado por el Sistema Europeo de Transferencia y Acumulación de Créditos y el Marco Europeo de Cualificaciones constituyó la herramienta clave para la armonización regional de la educación superior.
Los alineamientos nacionales son fundamentales para garantizar que las calificaciones obtenidas de diferentes Estados Miembros sean comparables entre sí bajo el marco común. Los Proyectos Tuning a nivel de asignatura en Europa han brindado oportunidades para que las universidades desarrollen resultados de aprendizaje troncales comunes para los programas de grado.
Otras iniciativas regionales de apoyo, como el Convenio de Lisboa sobre el reconocimiento académico en la región europea, los planes de movilidad de estudiantes regionales e interregionales, el suplemento del diploma y la red ENIC-NARIC para el intercambio de información y la transparencia han demostrado también ser prácticas y beneficiosas.
Necesidad de un espacio de Educación Superior común en el sudeste asiático
Para el Sudeste Asiático, los esfuerzos de integración regional llegaron mucho más tarde, con Filipinas, Tailandia y la entonces Federación de Malaya tomando la iniciativa de formar la Asociación del Sudeste Asiático, en julio de 1961.
La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) se creó oficialmente en agosto de 1967 con la firma de la Declaración de la ASEAN por parte de los ministros de Relaciones Exteriores de cinco países, a saber, Indonesia, Malasia, Singapur, Tailandia y Filipinas.
La integración regional de la ASEAN funcionó bien en muchos frentes, por ejemplo, el comercio y la seguridad regional en sus primeros años, y se ha vuelto cada vez más integral en términos de cobertura. Sin embargo, el desarrollo más crucial relevante para la educación superior es la libre circulación de mano de obra calificada y servicios, junto con la libre circulación de bienes, inversiones y capital, tal y como se establece en el Plan de la Comunidad Económica de la ASEAN de 2007.
La ASEAN cuenta actualmente con Acuerdos de Reconocimiento Mutuo (MRA) para seis sectores (ingeniería, enfermería, arquitectura, medicina, odontología y turismo) y acuerdos marco para otros dos: topografía y contabilidad. Con estos acuerdos de reconocimiento vigentes, los trabajadores con sus cualificaciones reconocidas dentro de la ASEAN tienen más oportunidades de trabajar fuera de su país de origen.
El Acuerdo de la ASEAN sobre el Movimiento de Personas Físicas y el Acuerdo Integral de Inversiones de la ASEAN también pueden facilitar el movimiento de profesionales, de los cuales la educación superior como servicio enumerado en el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) de la Organización Mundial del Comercio (OMC) puede beneficiarse sustancialmente.
El enfoque de la UNESCO se centra más en promover el reconocimiento académico para estudios posteriores. Es bastante débil cuando se trata de abrir el acceso a oportunidades de empleo, ya que este último no es competencia exclusiva de la UNESCO y requiere esfuerzos interinstitucionales.
Por otro lado, el enfoque de la Organización Mundial del Comercio está más dirigido a las oportunidades de empleo, siendo el movimiento de personas físicas una de las cuatro modalidades de entrega en el marco del AGCS de la OMC.
Es bueno ver que las cosas se están perfilando favorablemente para la promoción de la integración de la educación superior dentro del bloque de la ASEAN, tanto por factores impulsados por la ideología como los impulsados por la realidad, garantizando así que el proceso de tomar acciones conjuntas no sea un lujo sino una necesidad para países los países que conforman esta organización intergubernamental.
Los MRA aún tienen que expandirse más en lo que respecta a la cobertura sectorial, y el grado de implementación efectiva también difiere entre los diferentes MRA en vigor.
Además de los esfuerzos para aumentar la transparencia y la comparabilidad de las cualificaciones entre los países de la región, la integración de la educación superior de la ASEAN es muy necesaria para respaldar un proceso de integración aún más ambicioso, en particular la consolidación de la Comunidad de la ASEAN que se estableció oficialmente en 2015.
La referencia continua de los marcos de cualificaciones de los Estados Miembros al Marco de Referencia de Calificaciones de la ASEAN es un avance positivo para la integración de la educación superior en los países que conforman esta organización gubernamental.
Podría respaldar la implementación efectiva de los MRA actuales y futuros el principio de “ninguna diferencia sustancial” en los resultados del aprendizaje que ya incorpora la Convención de Tokio de 2011 y la Convención Mundial sobre el Reconocimiento de Calificaciones relativas a la Educación Superior. Cifrar esfuerzos sobre la base de este principio también podría facilitar las decisiones de reconocimiento y el movimiento de estudiantes y profesionales en toda la región de la ASEAN.
Problemas y desafíos
Al reflexionar sobre la experiencia europea y los desarrollos en curso en el sudeste asiático, se deben considerar los siguientes problemas y desafíos al visualizar y planificar un espacio común de educación superior en el sudeste asiático.
Primero, la ASEAN y sus Estados Miembros necesitan una clara división de responsabilidades con respecto a la integración de la educación superior dentro de la Asociación. Esto incluye cómo se desarrollan, difunden e implementan las herramientas de integración de la educación superior.
Se recomienda encarecidamente combinar enfoques de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo, y el proceso comienza con un análisis de la situación nacional y una evaluación de las necesidades, seguido de ejercicios de evaluación dentro y fuera de la ASEAN, el desarrollo de herramientas y marcos de integración regional y su adaptación y alineación a escala nacional.
A veces nos saltamos pasos debido a limitaciones financieras y de tiempo, lo que da como resultado un enfoque de arriba hacia abajo y la falta de compromiso con los Estados Miembros. Esto podría terminar socavando la propiedad colectiva de las herramientas de integración e impidiendo su implementación activa y significativa a escala nacional.
El segundo tema tiene que ver con el presupuesto y las fuentes de financiamiento necesarias para implementar iniciativas de integración regional. La Secretaría de la ASEAN actualmente tiene un presupuesto operativo anual financiado por contribuciones anuales iguales aportadas por sus Estados Miembros.
Es posible que se necesite mayor dinamismo y un presupuesto basado en programas a través de fuentes de financiación ampliadas, como sucede con la Comisión Europea, para que todas las iniciativas de integración regional puedan recibir apoyo interno con socios externos de desarrollo que llenen los vacíos.
En tercer lugar, debemos enfatizar la centralidad del Marco de Referencia de Cualificaciones de la ASEAN (AQRF, por sus siglas en inglés) en el desarrollo de herramientas e iniciativas de integración basadas en resultados de aprendizaje.
Mayores alineamientos nacionales con el AQRF a nivel de sistemas y asignaturas pueden armonizar los resultados del aprendizaje y las formas de lograrlos, contribuyendo así al reconocimiento de aprendizajes previos, los microcredenciales y cualificaciones completas, facilitando la movilidad transfronteriza de estudiantes y profesionales en la región del Sudeste Asiático.
Cuarto, las becas patrocinadas por el gobierno deben ampliarse para una mayor movilidad de estudiantes entre los países de la región. Se debe considerar una versión ASEAN del programa Erasmus+ y el programa Erasmus Mundus mediante la combinación de recursos de los proveedores de becas tanto públicos y privados existentes en la región.
Esto también concuerda bien con las aspiraciones del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4.b, que exige proporcionar más becas para estudiantes de países en desarrollo para una educación superior inclusiva y de calidad.
En el contexto de la integración regional, los propósitos duales de reconocimiento y movilidad para estudios posteriores y oportunidades de empleo deben integrarse en lugar de seguir tratándose por separado. Con la expansión de los MRA para cubrir más sectores con menos regulaciones y barreras a nivel nacional, nos gustaría ver más tipos de paquetes de visas de estudio y empleo ofrecidos por los países de la ASEAN en los próximos años.
El camino por seguir
Con el apoyo de EU-SHARE y otros socios para el desarrollo, incluido el Centro Regional de la Organización de Ministros de Educación del Sudeste Asiático especializado en educación superior y desarrollo (SEAMEO RIHED), la Red Universitaria de la ASEAN, la UNESCO, y la Secretaría de la ASEAN acaban de presentar una “Hoja de ruta sobre el espacio de educación superior de la ASEAN 2025” y su Plan de Implementación en Hanói en Vietnam, con las siguientes seis áreas identificadas para acciones futuras:
• Sensibilizar y apoyar el desarrollo de un Espacio Común de Educación Superior de la ASEAN;
• Sensibilizar y apoyar la implementación de mecanismos regionales de aseguramiento de la calidad;
• Fortalecer el AQRF y mejorar su implementación a escala nacional;
• Promover la movilidad de estudiantes, profesores e investigadores, y oportunidades de pasantías;
• Promover la implementación de los MRA para cubrir más sectores con suplementos en materia de diplomas, sistemas de transferencia de créditos digitales y ratificación del Convención de Tokio y, eventualmente, la Convención Mundial
• Diseñar y sentar las bases con los recursos técnicos, humanos y financieros adecuados para asegurar la sostenibilidad del Espacio Común de Educación Superior de la ASEAN.
La armonización regional de la educación superior no se trata solo de sistemas, sino también de contenidos, valores y principios. Si bien reconocemos la importancia fundamental de las iniciativas regionales mencionadas anteriormente, debemos reconsiderar los fundamentos de la educación superior, tal como se acordó en la Tercera Conferencia Mundial de Educación Superior (CMES) que organizó la UNESCO en mayo de 2022.
Se debe adoptar un enfoque inter y transdisciplinario de la investigación y la innovación; formar profesionales completos que también sean ciudadanos de pleno derecho capaces de abordar cuestiones complejas como el cambio climático; y actuar con sentido de responsabilidad social, tanto a nivel local como global.
Esperamos que, con la implementación de esta hoja de ruta, el proceso de integración de la educación superior regional de la ASEAN pueda ser inclusivo y atractivo, alineado con el consenso mundial y con más recursos técnicos, académicos y financieros de fuentes internas y externas para lograr sus objetivos compartidos.
Artículo original en inglés en University World News.
Autor
Es secretario de la Convención de Tokio y jefe de la sección de innovación educativa y desarrollo de habilidades en la Oficina Regional de Educación de Asia y el Pacífico de la UNESCO en Bangkok, Tailandia. Esta es una versión editada del discurso de apertura pronunciado en el evento “Diálogo de Políticas 15 de la EU-SHARE sobre la Visualización del Futuro de un Espacio Común de Educación Superior en el Sudeste Asiático, el cual fue celebrado del 27 al 28 de julio de 2022 en Hanói, República Socialista de Vietnam.
Traducción
José Antonio Quinteiro Goris
Coordinador de Programas de UNESCO IESALC
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