ChatGPT, inteligencia artificial y educación superior
Este artículo del blog se basa en las intervenciones del Dr. Francesc Pedró, Director de UNESCO IESALC y del Dr. Axel Rivas, Director de la Escuela de Educación de la Universidad de San Andrés y Director Académico del Centro de Investigación en Educación Aplicada San Andrés, Argentina, durante el seminario web de UNESCO IESALC ChatGPT, inteligencia artificial y educación superior celebrado el 17 de abril de 2023. También se basa en la publicación de UNESCO IESALC, ChatGPT e inteligencia artificial en la educación superior : guía de inicio rápido
Tras alcanzar los 100 millones de usuarios a los dos meses de su lanzamiento a finales de 2022 y con alrededor de mil millones de interacciones al mes, ChatGPT ha llamado la atención del mundo sobre la inteligencia artificial o IA.
El impacto de ChatGPT en la educación superior ha sido inmediato y divisivo, con varias instituciones de educación superior que ya lo han prohibido por temor al plagio por parte de los estudiantes. Aunque está muy extendido, dista mucho de ser universal: alrededor del 40% de los casi 1.300 participantes en el seminario web de la semana pasada no lo habían utilizado, lo que puede deberse a la falta de tiempo, a la ansiedad o a que no está disponible en su entorno.
“Explique ChatGPT en 50 palabras”
Con una interfaz fácil de usar, ChatGPT es una herramienta de IA generativa basada en Internet con la que la gente puede interactuar pidiéndole datos, análisis e incluso una opinión sobre casi cualquier cosa: ha sido entrenada para no responder a preguntas que violen los derechos de alguien, promuevan la discriminación, sean ofensivas o busquen deliberadamente inducir a error. Además, los datos utilizados para entrenar a ChatGPT sólo llegan hasta 2021.
Las respuestas que ofrece ChatGPT se basan en unos impresionantes 570 Gb de datos que representan 300.000 millones de palabras, el equivalente a más de 1,3 millones de libros. ChatGPT utiliza el procesamiento del lenguaje natural para aprender de los datos de Internet, proporcionando a los usuarios respuestas escritas basadas en inteligencia artificial a preguntas o peticiones.
Pero, ¿por qué fiarse sólo de nuestra palabra (humana)? Hemos pedido a ChatGPT que nos explique cómo funciona en sólo 50 palabras. He aquí su respuesta:
“ChatGPT es un gran modelo lingüístico desarrollado por OpenAI, basado en la arquitectura GPT-3.5. Es capaz de generar texto similar al humano a partir de instrucciones de entrada, responder preguntas y realizar diversas tareas de procesamiento del lenguaje natural. Fue entrenado en un conjunto masivo de datos de texto de Internet para aprender patrones y relaciones en el lenguaje.”
ChatGPT en la enseñanza y el aprendizaje
Para quienes estén dispuestos a explorar esta tecnología en rápida evolución, ChatGPT podría ayudar a enseñar y personalizar el aprendizaje. Los profesores de enseñanza superior pueden utilizar ChatGPT para planificar sus clases, buscar recursos didácticos, redactar materiales escritos y mucho más. Para los estudiantes, ChatGPT encierra la posibilidad de un apoyo más individualizado que les ayude a comprender mejor teorías y conceptos. Este tipo de función de tutoría podría ser especialmente útil en la enseñanza superior, donde las clases numerosas son la norma y los profesores pueden tener pocas oportunidades de trabajar con los estudiantes de forma individualizada.
Con una difusión mucho más rápida y a mayor escala que los avances tecnológicos anteriores, como la transición a las calculadoras electrónicas o a los ordenadores, ChatGPT y otras herramientas de IA ejemplifican los grandes cambios que se han producido en cuanto a la cantidad de información a la que se puede acceder y la forma en que somos capaces de organizarla.
El reto para la enseñanza superior, por tanto, es reimaginar los procesos de enseñanza, aprendizaje y evaluación para tener en cuenta herramientas como ChatGPT y gestionar las preocupaciones que van de la mano de su uso. El plagio, por ejemplo, no es un problema nuevo para la enseñanza superior, pero lo que sí es nuevo es que ChatGPT puede evitar los controles tradicionales que en el pasado podrían haberlo eliminado.
Promover la integridad académica en la era de la IA
Si un estudiante decide utilizar ChatGPT para escribir una redacción, deberíamos preguntarnos por qué recurre a herramientas de IA en primer lugar y qué más se puede hacer en la enseñanza superior para promover la integridad académica. ¿Estamos haciendo lo suficiente para ayudar a los estudiantes a comprender la importancia de lo que están aprendiendo, y cómo este aprendizaje puede apoyarles como persona, como trabajador, como ciudadano? ¿Cómo pueden los profesores dar ejemplo explicando la importancia de lo que enseñan, promoviendo la integridad académica y devolviendo el valor a la creación de conocimiento para que los estudiantes no quieran utilizar ChatGPT?
Las instituciones de enseñanza superior tienen otras alternativas para evitar el plagio utilizando herramientas digitales. Una de ellas son los exámenes orales/escritos en persona, que todavía se utilizan en muchos entornos y están resurgiendo en otros. Se trata de una opción que requiere mucho tiempo y que sólo puede poner a prueba determinadas formas de conocimiento, evaluando a los estudiantes de forma diferente a, por ejemplo, la redacción de un ensayo. Otra posibilidad es utilizar una evaluación que no pueda completarse mediante ChatGPT. Algunos ejemplos son los estudios de casos o la realización de entrevistas sobre el terreno.
Otra opción es confiar más en la evaluación formativa, que demuestra el proceso de aprendizaje. Un ejemplo son las tareas dirigidas. Lo importante es que este modo de evaluación implica una relación más personalizada entre profesor y alumno, ya que el profesor puede ver la evolución del aprendizaje del alumno. En este sentido, podría utilizarse ChatGPT porque lo importante es el proceso.
Desarrollar la alfabetización digital y el pensamiento crítico
En nuestra vida cotidiana estamos inundados de información. Cada vez es más difícil saber cuándo esta información es cierta y cuándo no, de dónde procede y con qué criterios se ha elaborado. El afianzamiento de los algoritmos, por ejemplo en las plataformas de las redes sociales, puede reforzar lo que ya se ha consumido y fortalecer los prejuicios preexistentes.
Esto requiere una respuesta educativa más potente que comience mucho antes de la educación superior y continúe a lo largo de todo el ciclo educativo. Apoyar a los estudiantes, profesores y otras partes interesadas de la educación superior en esta era de la IA requiere un énfasis renovado en la alfabetización digital y el pensamiento crítico, herramientas que nos permiten no solo preguntarnos por qué, sino también a quién beneficia, o a quién perjudica. Implantar cursos transdisciplinares básicos para todos los estudiantes que proporcionen una formación crítica en ciudadanía digital ayudará a crear el cambio necesario.
Convertir a los estudiantes en contribuyentes netos capaces de mejorar la ciencia, la economía y otros ámbitos forma parte del compromiso de las instituciones de enseñanza superior con el desarrollo de sociedades mejores y la creación de economías más sostenibles. De este modo, ChatGPT no es sólo una herramienta que, utilizada con sensatez, puede apoyar a estudiantes y profesores, sino que también presenta una oportunidad para redescubrir lo que es verdaderamente importante sobre esta experiencia transformadora que llamamos educación superior.
Publicado en https://world-education-blog.org/2023/04/25/chatgpt-artificial-intelligence-and-higher-education/
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