Un plan para aumentar la movilidad de los estudiantes en América Latina | University World News
Francesc Pedró, Director de UNESCO IESALC
Las instituciones de educación superior de América Latina y el Caribe están cada vez más dispuestas a colaborar a través de las fronteras, como demuestra el creciente número de redes universitarias regionales. Sin embargo, la ausencia de incentivos económicos y de programas regionales para promover la cooperación en la enseñanza superior, especialmente en investigación y formación, sigue siendo un obstáculo importante.
Estas limitaciones restringen seriamente la capacidad de las redes institucionales para contribuir a generar conocimientos compartidos y utilizar la movilidad académica como refuerzo.
Esta situación se ve agravada por la falta de grandes programas regionales de financiación de la investigación, la creación de planes de estudios y titulaciones compartidas entre instituciones de distintos países y la ausencia de un programa común de movilidad de estudiantes.
Considerando estos desafíos, el Convenio Regional de Reconocimiento de Estudios, Títulos y Diplomas de Educación Superior en América Latina y el Caribe, conocido como Convenio de Buenos Aires, adoptado en 2019 por 23 países, busca vigorizar la movilidad académica y abordar estas cuestiones subyacentes.
Entró en vigor a finales de 2022 y hasta ahora ha sido ratificado por Cuba, Granada, Perú, Uruguay y la Santa Sede, en representación de la Iglesia Católica.
Facilitar la movilidad de los estudiantes
El principal objetivo político del Convenio de Buenos Aires es facilitar la movilidad de los estudiantes y garantizar que el reconocimiento de las cualificaciones deje de ser una mera preocupación individual para convertirse en un reflejo del compromiso de los Estados Partes con el derecho universal a la educación.
En la actualidad, sólo el 0,8% de los estudiantes de enseñanza superior de la región se benefician de algún tipo de movilidad, y la mayoría opta por destinos en Europa o Norteamérica.
El convenio pretende cambiar este paradigma haciendo hincapié en la importancia de los instrumentos compartidos, como el suplemento al título, y de unos plazos razonables para el reconocimiento de las titulaciones. Al agilizar el proceso de reconocimiento y garantizar la transparencia y la eficacia, el convenio se esfuerza por proteger los derechos de los estudiantes y fomentar una red de centros nacionales de información sobre el reconocimiento.
Además, el convenio reconoce los retos específicos a los que se enfrentan los estudiantes refugiados, o desplazados forzosos, y pretende proteger sus derechos en el reconocimiento del aprendizaje adquirido, incluso sin documentación. Esta disposición es especialmente crucial porque sólo una pequeña parte de los 27 millones de refugiados de todo el mundo posee cualificaciones de enseñanza superior.
Fomentar la confianza mutua
Otro objetivo político clave del Convenio de Buenos Aires es fomentar la confianza mutua entre los sistemas de enseñanza superior de la región. La confianza sólo puede establecerse si las normas de calidad se perciben como equivalentes en todos los países. Con este fin, el Convenio reconoce el papel fundamental de las agencias de garantía de la calidad y pretende promover su cooperación a través de redes como RIACES o SIACES.
Al colaborar en los principios y criterios de acreditación, estas agencias pueden garantizar que una institución o programa acreditado en un país sea igualmente reconocido en cualquier otro, fomentando la reciprocidad y la confianza mutua. Dado que casi todos los países de la región cuentan con una o varias agencias de garantía de la calidad, el convenio brinda la oportunidad de reforzar la cooperación y armonizar las normas de calidad.
Promover la convergencia
Un objetivo político menos visible, pero significativo, del Convenio de Buenos Aires es la promoción de la convergencia entre los sistemas de enseñanza superior de la región. Aunque ya existen algunos programas compartidos entre universidades de distintos países, su alcance sigue siendo limitado. El Convenio pretende facilitar la comparabilidad mediante la definición de objetivos, competencias y mecanismos de evaluación comunes.
Al establecer directrices claras, el Convenio fomenta la convergencia de las titulaciones y los programas de estudio, garantizando que cumplan las normas regionales y respetando al mismo tiempo las diversas tradiciones y configuraciones académicas de cada país.
Además, el convenio subraya la importancia de la cooperación regional entre los marcos nacionales de cualificaciones a la hora de identificar sinergias y convergencias en los perfiles académicos y profesionales de los distintos países. El convenio fomenta la colaboración y fortalece el espacio regional de educación superior a través de estas iniciativas.
Diversificar la población móvil
Reconociendo que la movilidad física suele estar restringida a personas privilegiadas, el Convenio de Buenos Aires pretende diversificar la población móvil de estudiantes, profesores e investigadores.
Además de la movilidad física, el Convenio promueve la movilidad virtual como una alternativa que permite a las personas acceder a las oportunidades de educación superior sin limitaciones geográficas.
Al adoptar diversas vías de movilidad, el Convenio se esfuerza por ampliar la participación y garantizar la igualdad de oportunidades para las personas de todos los orígenes, fomentando en última instancia un panorama de educación superior más inclusivo.
Adoptar los avances tecnológicos
El último objetivo político del Convenio de Buenos Aires es reconocer y aprovechar las oportunidades que ofrece la tecnología en la enseñanza superior. El Convenio reconoce la aparición de credenciales alternativas, como las microcredenciales, y la creciente prevalencia de los programas virtuales y a distancia. Estas innovaciones ponen en tela de juicio los modelos académicos tradicionales y exigen una mayor cooperación internacional en materia de reglamentación.
Al adoptar estos avances, el convenio fomenta la colaboración y el reconocimiento mutuo de las cualificaciones, garantizando que los estudiantes se beneficien de experiencias educativas internacionales y proporcionando vías de aprendizaje permanente y desarrollo profesional.En conclusión, el Convenio de Buenos Aires sobre Reconocimiento de Cualificaciones de Educación Superior tiene como objetivo abordar las barreras que obstaculizan la cooperación y la movilidad en América Latina y el Caribe.
Al facilitar la movilidad de los estudiantes, fomentar la confianza mutua entre los sistemas de educación superior, promover la convergencia, diversificar las poblaciones móviles y adoptar los avances tecnológicos, el convenio pretende reforzar la cooperación internacional y garantizar prácticas de reconocimiento justas.
A través de estos objetivos políticos, el convenio se esfuerza por crear un espacio regional de educación superior más colaborativo e integrado, fomentando oportunidades tanto para los estudiantes como para los investigadores y las instituciones.
Versión libre traducida del artículo original publicado el 8 de julio de 2023 en University World News
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