Día 5- Redes universitarias debatieron acerca de los futuros de la educación superior en la región y en el mundo
El 3 de noviembre, día de cierre de la programación aniversaria del IESALC, estuvo dedicada al futuro de la educación superior en la región y de cara a lo global, en un debate en el que tomaron la palabra representantes de las redes de educación superior de América Latina y el Caribe, precedidos de un video donde las voces de referentes del sector abrieron la conversación.
Participaron en el debate Oscar Domínguez, director ejecutivo, Asociación Colombiana de Universidades (ASCUN) y presidente del Consejo Directivo del Espacio Latinoamericano y Caribeño de Educación Superior (ENLACES); Roberto Escalante, secretario general, Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL); Héctor Sauret, presidente, Red de Asociaciones Caribeña y Latinoamericanas de Universidades Privadas (REALCUP); Rodrigo Arim, vicepresidente, Asociación de Universidades Grupo Montevideo (AUGM); Marcelo Di Stefano, secretario ejecutivo, Confederación de trabajadores y trabajadoras de las Universidades de las Américas (CONTUA); Héctor Ulloa, estudiante, ex miembro del Comité Directivo, Global Student Forum; todos bajo la moderación de Francesc Pedró, director de UNESCO IESALC.
La conversación inició a partir de una primera pregunta generadora: ¿cuáles consideran que han sido los logros más importantes de la educación superior en los últimos 25 años? Para Rodrigo Arim, los logros son inseparables de los desafíos, pero el más eminente para los sistemas de educación terciaria y superior en el Cono Sur y en Uruguay tiene que ver con el crecimiento de la matrícula universitaria y con la posibilidad de que jóvenes provenientes de contextos cada vez más diversos y vulnerables estén también accediendo a ésta. Otro, con el trabajo universitario en red que incide en los procesos de calidad y que no existía en las épocas de las dictaduras del Sur. “El autoritarismo disruptivo de los 70 todavía tiene consecuencias en nuestras vidas académicas y creo que hay que estar conscientes de que lo estamos superando, pero que América Latina y el Cono Sur en particular tienen una dimensión todavía en este plano que tiene que ver con estas herencias que no son exactamente benditas”, alertó.
Marcelo Di Stefano destacó por su parte algunos hitos de la educación superior en Argentina, como La Reforma de Córdoba en 1918, como un punto que modela al sistema y le da una impronta única en el mundo, expandiéndose hacia toda la región; la gratuidad; el ingreso irrestricto; y en los últimos 25 años, la creación de las nuevas universidades. “Esto quiere decir llevar la universidad donde está nuestra gente, lo permitió también incorporar a la vida universitaria primeras generaciones que no tenían esa posibilidad de llegar a los grandes centros urbanos para asistir a los procesos educativos. Creo que ese es el gran logro de estos 25 años del sistema universitario argentino”.
A este se le suma el convenio colectivo de trabajo, un sistema de negociación colectiva que reconoce la autonomía de 57 universidades nacionales que negocia periódicamente con las organizaciones sindicales las condiciones de trabajo y salariales. “Solemos decir que es imposible alcanzar las metas de calidad si no tenemos la garantía del trabajo decente hacia adentro de las aulas, hacia adentro de las universidades, adentro de los talleres, de los centros de investigación”.
Oscar Domínguez expuso la experiencia de Colombia, donde las instituciones de educación superior aumentaron un poco más del 20%, pasando de unas 240 a 300 como parte de un sistema mixto. “De esta manera, esas nuevas instituciones tienen presencia en casi 400 de 1 100 municipios, un avance en acceso a través de más instituciones de educación superior, pero ese acceso se ve también reflejado en las coberturas. Teníamos 1 400 000 estudiantes para el año 2 000. Hoy estamos bordeando los 2 500 000, lo que da cuenta un trabajo de cobertura importante que puede estar hoy en el 54%.”
Domínguez resaltó avances en la deserción, que sigue siendo un problema en toda Latinoamérica, reduciéndose en Colombia del 12% hace 25 años al 9% en la actualidad. En cuanto a la participación de la mujer, Colombia cuenta con 999 000 hombres y 1 300 000 mujeres en la educación superior, 200.000 estudiantes más que los hombres; y en temas referentes a la calidad, las cifras hablan de 13 000 docentes con formación en maestrías y doctorados, con avances en los grupos de investigación entre 80% y 85% en las instituciones de educación superior.
Para Roberto Escalante, los avances son bastante insatisfactorios con una cobertura muy baja en Centroamérica, en Paraguay, y en general en la Región. En términos de capacidad y acceso ha avanzado la educación privada, no la pública, y esto es muestra de una gran falta de interés de los Estados en apoyar a la educación superior pública.
“¿Creo que nos debería preocupar en este avance qué piensan los estudiantes, los profesionales egresados de nuestras universidades de la sociedad en la que vivimos marcada por la desigualdad económica? Uno de nuestros retos futuros es ver si de esa ciencia que estamos creando con más estudiantes, con más universidades, sobre todo privadas respecto de las públicas, estamos realmente educando a jóvenes con una visión de compromiso social”.
En representación de la educación superior privada, Héctor Sauret trae a colación la importancia de las tres conferencias de Mundiales de Educación Superior de la UNESCO, y que se correspondieron a su vez con otras tres conferencias de América Latina y el Caribe, en cuyo contexto se produce el nacimiento y desarrollo de los sistemas actuales de educación superior, a la luz de las orientaciones de la UNESCO que toman a la educación superior en su dimensión universal. De igual manera destaca el rol del IESALC en el afianzamiento y desarrollo del diálogo interuniversitario en nuestra región, como por ejemplo a través de las reuniones de redes y consejos de rectores. Recuerda además en el marco de esta conversación, el carácter mixto de la educación superior en la región. “Coexisten y se desenvuelven iniciativas universitarias de origen estatal y de origen privado en forma de colaboración y complementación.”
Sauret celebra la creación de nuevas universidades con validación de la calidad y como un gran desafío observa las fracturas y la marginalidad sociales. “Quiero retomar una cuestión central del pensamiento de la reforma universitaria, que recalca que la universidad no es una isla, sino que está inserta en el contexto de la sociedad, de su tiempo. Y es acá en donde el diálogo de las universidades debe desenvolverse como este panel en una mayor interrelación con el pensamiento de los trabajadores universitarios. Creo que este panel es muy oportuno para revalidar el rol del IESALC y me permitiría sugerir que los mejores tiempos son los del futuro, en el sentido que podrá estimular más diálogo interinstitucional interestatal.”
La participación estudiantil cobra protagonismo en la intervención de Héctor Ulloa, quien destaca la “reconquista” protagónica del estudiantado en la región en su calidad de exestudiante hondureño: “En Honduras se abolió por completo la participación estudiantil, y es en esta última década que se recupera y que la Universidad Nacional Autónoma de Honduras vuelve a ser una universidad con representación estudiantil y donde los estudiantes son parte del cogobierno universitario; veo muchos desafíos en cuanto a la gobernanza democrática en la región”.
Por otra parte, rescata el carácter democrático del cogobierno universitario y la importancia de que, en las universidades jóvenes, los profesores, así como demás miembros de la comunidad universitaria puedan hacer cogobierno y buscar salir adelante y fortalecer el sistema educativo. Destacó el rol del Foro Global de Estudiantes que se crea en el 2019 de la fusión de cinco organizaciones globales y promueve la perspectiva estudiantil para el fortalecimiento de los sistemas educativos.
“Latinoamérica ha ido avanzando mucho en cuanto a tener mayor presencia internacional en temas de investigación, hay más estudiantes en maestrías, doctorados, mejores centros de investigación que han surgido en la región en estos últimos años. Eso nos coloca en el mapa a nivel global, además con epistemologías propias, como es el caso de las universidades interculturales e indígenas en Nicaragua con URACCAN, en Colombia con la UAEM, universidades que han venido a romper esquemas tradicionales del conocimiento, con integración de saberes y ayudando a conciliar estos diferentes modos de saber que al final nos dan mejores perspectivas para asumir los retos que vemos en el mundo, como el cambio climático”.
A los logros primeramente abordados, siguieron como parte de la discusión los principales retos para la educación superior de la región de cara al futuro, entre ellos la estratificación; la ausencia de instrumentos de política pública que fomenten la complementariedad de los sistemas educación terciaria superior y de las instituciones en los países y entre países, el fomento de la creación de espacios de investigación común entre las universidades de comunidades universitarias, y la necesidad de preservar el carácter democrático de la Universidad: “La universidad debe ser también un ámbito donde se impulsen los valores y la discusión democrática. Una democracia deliberativa donde el argumento esclarezca las diferencias que existen y donde la universidad tiene un rol clave”, destacó Arim.
Para Di Stefano, la visión a futuro debe romper con la idea de la universidad como isla y archipiélago para ser una universidad para la construcción de un proceso de desarrollo social equitativo, involucrada con esos desafíos de futuro. Esto pasa por atender los desafíos de la digitalización desde la perspectiva democrática, con un proceso de formación permanente de los docentes y no docentes.
Otro tema pendiente es el de la contribución de la ES a los objetivos de desarrollo sostenible. “Las cifras indican que no vamos por buen camino para su cumplimiento. Y creo que debemos plantearnos ahí un gran reto”, dijo Domínguez, quien reconoce la deuda existente con el sector rural y que que avanzar en los temas de duración y pertinencia de los programas, solo es posible con una política pública para la formación de docentes, una educación que resuelva el paradigma del enfoque para la productividad y que tome cuenta el desarrollo del ser humano y su entorno. “La paz como elemento central para nosotros sigue siendo nuestro gran paradigma. Las dictaduras nuestras terminaron en el 57, pero el nivel de conflicto que Colombia padece hoy mismo sigue siendo un elemento importante y complejo”.
Es fundamental el trabajo mancomunado para avanzar en estos temas, pero también políticas sostenidas de largo plazo. “Hay que rescatar la importancia del diálogo y la articulación entre universidad y Estado. Pero creería que estaría incompleta esa referencia si el diálogo también no comprendiera al mercado”, dijo Sauret.
Otro tema pendiente es el financiamiento de las universidades públicas en la región. “Varios países quieren empezar a hacer cambios con respecto al tema de la justicia fiscal; la universidad debe tener un rol para compartir con la población y con nuestras sociedades y explicarles la necesidad de fortalecer nuestros sistemas fiscales, ya que son una de las mejores herramientas que tenemos para combatir la inequidad que se vive en la región. Creo que eso es algo que nos puede ayudar empezar a solventar todo lo demás, además de fortalecer y mejorar nuestros sistemas universitarios.”, opinó Ulloa, quien trabaja en un centro de investigación en políticas fiscales en Oslo.
Al cierre el director del Instituto agradeció al público sus intervenciones en el chat, así como las ideas debatidas durante las dos horas de este último panel aniversario, “Ha sido no solo una sesión de fuego cruzado en más de un sentido, sino también muy viva, muy apasionada en el mejor sentido de la palabra, y además con algunas ideas novedosas y con intervenciones en las que nos hemos visto reflejados. Muchas gracias”.
Otros videos:
Referentes de la educación superior comparten sus opiniones a partir de la pregunta: ¿Cuál considera que es un gran reto para la educación superior hacia el futuro?
Participan José Joaquin Brunner, director de la Cátedra Unesco de Políticas Comparadas de Educación Superior; Norberto Fernández Lamarra, director de Posgrados de la Universidad Nacional de Tres de Febrero; Laura Ramírez Saborío, directora ejecutiva del SINAES; Oscar Domínguez, director ejecutivo de ASCUN, y María Augusta Hermida, rectora de la Universidad de Cuenca.
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¿Qué te apasiona de tu trabajo en el IESALC? Nuestro equipo celebra este cuarto de siglo reafirmando su compromiso con los valores de UNESCO IESALC y con el trabajo para hacer posible una educación de calidad para todas las personas.
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Débora Ramos, especialista académica en UNESCO IESALC, presenta el devenir histórico de la revista Educación Superior y Sociedad (ESS), publicación periódica editada por el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC) que se configura en el principal órgano de divulgación y acercamiento a la investigación científica en las Universidades e Instituciones de la Educación Superior de América Latina y el Caribe y de otras regiones. Con más de 30 años con presencia activa en la región, ESS está orientada principalmente a la difusión de trabajos de investigación y estudios teóricos sobre el campo de la educación superior y sus tendencias temáticas.
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